Astronautas varados en la nave Starliner de Boeing

Redacción

El pasado 6 de junio, la nave Starliner de Boeing llegó a la Estación Espacial Internacional (EEI) con dos astronautas a bordo.

Lo que debía ser una misión de ocho días se ha extendido indefinidamente debido a problemas técnicos, dejando a los astronautas varados en el espacio.

Aunque la NASA asegura que no hay peligro, la situación ha generado preocupación sobre el regreso de la tripulación.

La nave Starliner de Boeing despegó el 5 de junio desde Cabo Cañaveral, Florida, en el cohete Atlas V.

La misión, conocida como Crew Flight Test, tenía como objetivo probar la nave como parte de los programas de tripulación comercial en los que participa la NASA.

A bordo de la Starliner viajaron los astronautas veteranos de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams, junto con una bomba necesaria para reparar el ensamblaje del procesador de orina en la EEI.

La misión también buscaba evaluar la Starliner como un refugio seguro para los astronautas en caso de emergencia.

Tras más de 20 horas de vuelo, la nave se acopló con éxito a la estación espacial. Sin embargo, problemas técnicos impiden su retorno a la Tierra.

Desde el inicio de la misión, se detectaron múltiples fugas de helio en la nave. La fuga original se localizó en el colector de helio del puerto 2, conectado a uno de los propulsores del sistema de control de reacción.

Durante el vuelo, se identificaron otras cuatro fugas, sumando un total de cinco.

Además, la válvula que aísla el oxidante no cierra correctamente, lo que es crucial para el regreso seguro de la nave.

La NASA retrasó tres veces la fecha de retorno antes de anunciar que no hay una fecha definida para el regreso, ya que se están resolviendo estos problemas técnicos.

Los expertos de Boeing y la NASA estiman que tomarán un mes y medio para solucionar las eventualidades.

En una reciente conferencia de prensa, la NASA aseguró que los astronautas están seguros y no hay nuevos problemas en la nave.

La nave Starliner está diseñada para una misión de hasta 210 días, por lo que los sistemas están funcionando correctamente y los astronautas están en buenas condiciones.

A pesar de las garantías de seguridad, la incertidumbre sobre el regreso de los astronautas persiste.