Muerte del Presidente de Irán representa golpe a la estabilidad de Medio Oriente

Redacción

Desde el domingo 19 de mayo, las redes sociales se han inundado con publicaciones sobre la muerte del presidente iraní Ebrahim Raisi, un evento que ha sacudido a Irán y tiene repercusiones significativas en la política global.

Raisi, un ultraconservador considerado la segunda figura política-religiosa más importante de Irán después del líder supremo Alí Hoseiní Jamenei, falleció en un accidente de helicóptero en la provincia de Azar, tras regresar de una visita oficial en Azerbaiyán.

El gobierno iraní ha confirmado la muerte de Raisi, atribuyendo el accidente a las malas condiciones climáticas.

Sin embargo, existen especulaciones sobre la posible intervención de Israel u otros enemigos de Irán.

Junto con Raisi, en el helicóptero viajaban el ministro de Exteriores Hossein Amir Abdollahian, el gobernador de Azerbaiyán Oriental Malek Rahmati, el ayatolá Mohammad Ali Ale-Hashem y otros miembros de la comitiva, todos los cuales también perdieron la vida.

Ebrahim Raisi, nacido en diciembre de 1960 en una familia de clérigos, ascendió en la política iraní respaldado por el ayatolá Jamenei.

Participó en las protestas contra el Sha de Irán en los años 70 y desempeñó diversos roles en el Poder Judicial, incluyendo fiscal general en 2014.

En 2021, ganó las elecciones presidenciales, consolidando su posición como una figura clave en el régimen iraní.

Raisi fue conocido por su mano dura y su implicación en el «Comité de la Muerte» en 1988, que condenó a muerte a más de cinco mil presos políticos, un hecho que ha sido denunciado por Amnistía Internacional como un crimen contra la humanidad.

La muerte de Raisi ocurre en un momento crítico para Irán, que enfrenta tensiones internas y externas significativas.

Las protestas civiles por mayores derechos y contra el poder del clero se han intensificado desde la muerte de Mahsa Amini en 2022.

Internacionalmente, Irán está envuelto en un conflicto indirecto con Israel, conocido como la «guerra entre sombras».

En abril de 2024, Israel atacó un consulado iraní en Siria, matando a un comandante de las Fuerzas Quds, lo que provocó una respuesta militar iraní.

La situación en Gaza, donde Irán es acusado de apoyar a grupos como Hamás, y las tensiones históricas con Estados Unidos, también complican el panorama.

Tras la muerte de Raisi, el vicepresidente Mohammad Mokhber ha sido nombrado presidente interino.

Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro liderazgo del país persiste.

La sucesión del ayatolá Jamenei, la respuesta a las tensiones con Israel y Estados Unidos, y el manejo de las protestas internas son desafíos inmediatos para el nuevo liderazgo iraní.

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