Pancho Poza implementa restricciones para preservar la reserva ecológica

Yeid Alatriste

Xalapa, Ver.- La Reserva Ecológica Pancho Poza, ubicada en Altotonga, Veracruz, enfrenta un grave deterioro debido al descontrolado flujo de visitantes, impulsado por agencias de viajes que traen turistas en cantidades insostenibles.

Ante esta situación, las autoridades han decidido limitar el acceso a la reserva a no más de 500 personas por día. Además, en el mes de agosto se restringirá la entrada de autobuses turísticos a solo dos al mes, y en septiembre la reserva cerrará temporalmente para trabajos de reforestación y reacondicionamiento de caminos, afectados por recientes deslaves.

El objetivo principal de estas medidas es proteger este valioso ecosistema, que ha sido erróneamente promocionado como un balneario de aguas termales.

Es crucial aclarar que Pancho Poza es un Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) de importancia hídrica y biológica. Su conservación depende de la acción conjunta de las autoridades y la comunidad.

El deterioro de Pancho Poza no es un fenómeno reciente. Como relata un exdirector de la reserva, la degradación del área ha sido un proceso gradual y anticipado.

Estudios realizados por estudiantes de la UNAM concluyeron que en menos de 20 años, la reserva podría perder una significativa cantidad de agua debido a la sobreexplotación de los mantos freáticos que la alimentan, provenientes del Cofre de Perote, el Pico de Orizaba y Los Humeros.

Una de las mayores confusiones ha sido la creencia de que Pancho Poza es un balneario de aguas termales. La temperatura del agua, que oscila entre 19 y 21 grados Celsius, ha provocado este malentendido.

Este mito ha atraído a numerosos visitantes, principalmente de Puebla y Tlaxcala, en cantidades que superan la capacidad de la reserva.

La indiferencia del ayuntamiento de Altotonga y la explotación comercial del agua han agravado la situación. En años anteriores, el agua de Pancho Poza ha sido vendida a localidades vecinas, y las concesiones otorgadas a granjas industriales han reducido aún más los niveles de agua en la reserva.

Además, la entubación del agua hacia Xalapa ha contribuido significativamente a la disminución de este recurso vital.

Las consecuencias de la sobreexplotación y la falta de una gestión sostenible son evidentes. Lo que se preveía como un deterioro a mediano plazo está ocurriendo mucho más rápido.

Pese a los reiterados llamados de atención en diversos foros, el enfoque del ayuntamiento se ha mantenido en la explotación económica de la reserva.

La comunidad local y numerosos ciudadanos, incluidas personas ajenas a Altotonga, han luchado incansablemente por la conservación de Pancho Poza.

Estas nuevas medidas son un paso esencial para proteger y restaurar este invaluable ecosistema. La ambición desmedida no debe prevalecer sobre la responsabilidad de preservar nuestro medio ambiente para las futuras generaciones.